Relatos póstumos de autor chileno recogidos en El secreto del mal
Recreadores de una realidad que no puede ser abarcada en su totalidad, los escritores se debaten en un constante dilema: qué decir y qué callar; qué contar y qué dejar a la imaginación. Unos pocos, usan la economía literaria a su favor y hacen del escamoteo un estilo, al ocultar información en sus relatos y novelas.
Es el caso de la obra narrativa de Roberto Bolaño, marcada por lo que se ha venido a llamar una 'poética de la inconclusión'.
Con mayor razón, esa 'poética' está presente en El secreto del mal, un conjunto de relatos póstumos que fueron rescatados del disco duro del computador del escritor chileno, luego que una insuficiencia hepática terminara con su vida en el 2003. El volumen fue publicado este año (2007) por editorial Anagrama.
Como su propia vida, estos relatos de Bolaños están incompletos sea por naturaleza o por circunstancia. Algunas piezas son sólo esbozos narrativos, otras pueden leerse como relatos plenos, pero ya se advierte en una de las narraciones: "este tipo de historias no tienen un final".
Hay en todos los cuentos una gran brecha (o vacío), que irremediablemente no puede ser llenada y de cuya configuración o naturaleza el lector sólo puede tener sospechas.
Al menos en dos relatos se puede adivinar el comienzo de una novela. En Daniela, por ejemplo, texto de gran fuerza, una anciana rememora cómo en una vieja estancia un peón la desvirgó medio a la fuerza, medio a voluntad, a la edad de 13 años. Un relato que emociona. Hasta se perfila como una gran historia, pero a la tercera página, el arrebato narrativo se detiene de súbito.
Estos comienzos contundentes, de textos que fueron abandonados o postergados quizá, para ser retomados después, se repite algunas veces en el libro. Otras son historias con finales abiertos, como en el caso del cuento que da nombre al volumen, ubicado de segundo en el orden de aparición y que constituye uno de los relatos más inquietantes de todos.
Una llamada en la madrugada, despierta al periodista estadounidense en Paris, Joe A. Kelso. La voz enigmática del otro lado de la línea le pone una cita urgente en un puente cercano para proporcionarle una información de la cual no da adelanto. Kelso acude intrigado, quizá sea ya muy tarde cuando contempla la posibilidad de que puede tratarse de una trampa.
La literatura de Bolaño es sólo la insinuación de algo mucho más grande. El crítico y editor del volumen Ignacio Echevarría, dice en ese sentido que en su narrativa la irrupción del horror determina, se diría, la interrupción del relato; pero el 'horror' es sólo uno de los sentimientos a los que remite la literatura del autor chileno, cuya fama no deja de crecer.
Destacan de esta colección la amenidad y fuerza de la escritura del autor y su capacidad para hacer de cualquier hecho un acontecimiento narrativo. Reaparece aquí, joven e inédito, el poeta del realismo visceral Arturo Belano, personaje, voz presente de anteriores obras y alter ego del escritor, quien protagoniza tres de estos relatos tardíos.
Diecinueve piezas componen el libro, de ellas dos son textos no narrativos: Derivas de la pesada y Sevilla me mata, que los editores decidieron agrupar allí para no perder la costumbre que Bolaños tenía al respecto.
La segunda de estas, es el texto de una dura y casi impronunciable conferencia acerca de la condición del escritor latinoamericano y en el que Bolaño califica a los autores del Boom como 'pedofilos y asesinos' de las nuevas generaciones de escritores. Una aseveración entendible, pues los narradores del Boom Latinoamericano escribieron tanto y tan bien, que es como si pensaran o quisieran (?) que después de ellos no existiera literatura posible.
El hijo del Coronel, es otro de los buenos relatos del volumen. En él, un narrador español, a decir por sus expresiones, comienza diciendo que la noche anterior vio por televisión una película que parecía su biografía, como un resumen de sus días en el 'puto Planeta Tierra'.
En un estilo conversacional, el español nos cuenta la película como si se la contará a un amigo. Es una cinta truculenta, de serie B, pura sangre y bajo presupuesto, pero pronto descubrimos que su tema central son los zombis, con la consecuente sorpresa que ello puede provocar.
¿Cómo podría una cinta de este tipo, ser casi la biografía de un hombre que se ubica en un plano de realidad?. Trazando una comparación, la relación de parecido es meramente simbólica. El cuento (por no decir el libro), de una profundidad que se sustenta en el vacío, trata en realidad, por debajo de las formalidades, sobre las relaciones humanas y los abismos insalvables entre las personas.
Al final, un extracto de El hijo del Coronel que determina la naturaleza narrativa de todo el volumen. Es "como si vierais, por ejemplo, Parque Jurásico, y no apareciera ningún dinosaurio por ninguna parte, vaya, como si en Parque Jurásico nadie mencionara ni una sola vez a un jodido reptil, pero la presencia de estos fuera omnipresente e insoportable".
La universidad desconocida
En el 2007 ha aparecido simultáneamente con la colección de relatos póstumos, uno con los poemas narrativos o la prosa poética de Roberto Bolaño. Los poemas mecanografiados de La universidad desconocida, los dejó listos para su publicación en una carpeta justo antes de muerte y según los editores es una auténtica suma de su poesía durante los años decisivos de su formación literaria. “Creo que en la formación de todo escritor –afirmó Bolaño– hay una universidad desconocida que guía sus pasos, la cual, evidentemente, no tiene sede fija, es una universidad móvil, pero común a todos”.